LA VENTANA,
LA CLAVE DE TU BIENESTAR
¡La luz es la vida! Como nos demuestran las plantas, la iluminación natural es esencial para un buen desarrollo. El estado de ánimo, el sueño, la vigilancia, la energía, la memoria, la inmunidad…: nuestro cuerpo depende totalmente de los rayos solares. En nuestro hogar, el buen funcionamiento de las distintas actividades también está dictado por la afluencia de luz: una cocina luminosa, un salón cálido y acogedor, un dormitorio relajante… La calidad de la vida interior y el bienestar que la acompaña van de la mano de nuestra capacidad para dejar entrar y controlar la luz natural en nuestra casa.
Tu ventana es, por excelencia, la frontera entre el interior y el exterior. Según su configuración, la ventana favorece o retrasa el flujo de luz natural. La ventana también determina el confort térmico y acústico y, por tanto, contribuye a su ahorro energético. La ventana garantiza la seguridad de tu hogar. Conectada, la ventana facilita tu vida diaria y condiciona la calidad de tu aire interior, y por tanto tu salud… Tantas funciones transversales con muchas repercusiones en tu vida.
Al igual que tú, tu casa es única; tus ventanas también deben serlo, para adaptarse perfectamente a los deseos, necesidades y hábitos de tu familia… a largo plazo. Porque con una vida útil de casi 25 años, tus ventanas te acompañarán durante todas tus evoluciones.
Por lo tanto, la elección de tu ventana no debe ser un acto insignificante. Es la ventana que marcará la diferencia en la forma de vivir en tu casa día a día. Definitivamente, la ventana es la clave de tu bienestar.